26 septiembre, 2008

No se cuantas cosas se pueden encontrar en el ojo izquierdo de una persona. Pero se, que en tus labios yo pude encontrar amor sin fin y me hizo enloquecer. No se cuantas rosas te habrán regalado ya pero tengo todavía la esperanza de saber que de todas esas rosas que te dieron ninguna fue de papel. Y te condena mi celoso corazón cuando le contas tu historia, nunca conoció la gloria en cuestiones del amor. Y se que nunca se me va a olvidar tu voz aunque pierda la memoria, con acercarse a la victoria se conforma un perdedor. Y te tendré que dejar escapar se que lo voy a lamentar, pero te digo, amor que hay que saber cuando parar. No te pongas triste, corazón que el sol no va a brillar, quedate tranquila que va a haber tiempo para bailar. No se cuantos ángeles te quieren ayudar pero tengo la esperanza que ninguno va a poder desnudarte, no de cuerpo sino de alma, disfrutar ese placer. Y la verdad no se bien a que tengo miedo nunca fui mucho de apostar, una corazonada me dice que es hora de pagar. Y lo peor es que estos días ando seco, no tengo un peso para dar, las lagrimas quiero guardarlas para mi juicio final. Y cuando tu cigarro se consuma sin parar siempre mi voz vas a escuchar y ahí te vas a decir que hay que saber cuando parar.

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