13 mayo, 2009

Una casa con diez pinos, hacia el sur hay un lugar. Ahora mismo voy allá, porque ya no puedo más, no puedo más, no puedo más, vivir en la ciudad, entre humo y soledad, nada más que respirar. Nunca más, nunca más en la ciudad. Un jardín y mis amigos no se pueden comparar con el ruido infernal de esta guerra de ambición para triunfar y conseguir prestigio en la ciudad, dinero y nada más, sin tiempo de mirar un jardín bajo el sol antes de morir. No hay preguntas para hacer, una simple reflexión; solo se puede elegir oxidarse o resistir. Poder ganar o empatar, prefiero sonreír, mirar dentro de mí, fumar o dibujar; para qué complicar, complicar?

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