20 febrero, 2009


Acá me estoy estando, ni flaco ni tan convidado. Vecino de mi mismo, doliendo para averiguarme ¿Dónde voy a estar ayer? Me miró de reojo el corazón y el me sonríe con puntos suspensivos: "bienvenido al club de los otra vez solitos...". Respirar, dar de nuevo y respirar. Y si el destino mira mal hablarle al oído y pedirle cartas. Respirar, mas que nunca respirar, sacudir el cascaron y sacarse de encima la modorra, el que dirán, tres o cuatro heridas. Me siguen como perros flacos las novedades del pasado, yo me hago un nudo en el pulgar para acordarme de olvidarme ¿Cuándo empiezan los después? Y como tengo ojeras por curar me acuesto en el hombro de mi suerte. Ojala que huela bien esto de perderse. Respirar, dar de nuevo y respirar. Si el destino mira mal hablarle al oído y pedirle cartas. Respirar, mas que siempre respirar. Suspender el cascaron, sacarse de encima la costumbre de sangrar por la vieja espina. Y como tengo sueños que perder, algunas noches madrugo a contra pierna. Ojala que venga al pie todo lo que venga. Respirar, dar de nuevo y respirar...


Ivan Noble.



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